Antes de poder liberar a un ejemplar de fauna silvestre los técnicos de Policía Ambiental, Secretaría de Ambiente y especialistas de los centros de rescate y rehabilitación analizan minuciosamente las características de ese animal, su zona de distribución y si se encuentra apto para regresar a la naturaleza.

Los procesos de cuarentena y rehabilitación implican distintas actividades:

Cuando un ejemplar de fauna silvestre es rescatado e ingresa a un centro de rescate se le debe brindar atención primaria y valorar a ese individuo para determinar qué atención veterinaria inmediata necesita.

Superada esta instancia lo que sigue es la etapa de cuarentena, que consiste en la estabilización sanitaria del ejemplar en cuanto a sus cargas de microbios, bacterias o virus para que pueda iniciar su rehabilitación.

Muchas veces la fauna silvestre al estar en ámbitos domiciliarios o en contacto con el ser humano, adquiere complejos virósicos y parasitarios que no son propios del ambiente silvestre, sino que son propios de los ambientes domésticos.

El proceso de cuarentena sanitaria es indispensable para evitar contaminar a los ejemplares que se encuentran en vida silvestre con componentes que pueden haber sido adquiridos durante el cautiverio del ejemplar.

La totalidad de los individuos recuperados son evaluados para determinar si pueden regresar a la vida silvestre, pero no todos logran reunir las características comportamentales para ser restituidos, aunque sanitariamente estén aptos. Algunos deben iniciar un proceso de rehabilitación para adquirir nuevamente cualidades, capacidades físicas y conductas que le permitan sobrevivir en el medio silvestre.

Cada año, Policía Ambiental secuestra más de mil ejemplares de fauna silvestre provenientes de la tenencia ilegal o la comercialización. Las aves encabezan el listado de las especies más perseguidas y solo el 50 por ciento de los animales rescatados logra sobrevivir al proceso de rehabilitación. Y aún así, no todos los ejemplares que logran sobrevivir pueden ser liberados.