Cemento, pisos blandos y cubierta recuperadas: así se reutilizan los neumáticos en Córdoba

  • El Plan Provincial de Ordenamiento Ambiental coordina el acopio, traslado y aprovechamiento de cubiertas fuera de uso.
  • Con la participación de 40 municipios y empresas, los desechos se convierten en materia prima de distintos procesos productivos.
  • A dos meses de la puesta en marcha, ya se recolectaron más de 285 toneladas de neumáticos.

El empleo de neumáticos fuera de uso (NFU) como materia prima en distintos procesos productivos está abriendo nuevos nichos para la economía circular en Córdoba.

De desperdicio voluminoso y hábitat óptimo para la proliferación del mosquito que transmite el dengue, las cubiertas viejas son cada vez más empleadas como materia prima en procesos productivos.

En la industria del cemento, por caso, sirven como recurso energético e insumo para la fabricación del cemento.

También se usan en pisos blandos de plazas y canchas de fútbol; e incluso se recuperan como cubiertas para la maquinaria pesada.

La valorización de este residuo se potenció a partir del Plan de Ordenamiento Ambiental del Ministerio de Ambiente y Economía Circular, a cargo de Victoria Flores, que lleva adelante la primera experiencia de recolección masiva de cubiertas en desuso a escala provincial.

En canchas y plazas

Ecovalor es una pyme dedicada al triturado NFU. Con este proceso obtiene pellet de caucho, que se emplea en pisos de canchas de fútbol, pistas de atletismo y carpetas en plazas blandas.

La firma, que participa del plan provincial, tiene una capacidad de procesamiento mensual de material triturado de entre 40 y 50 toneladas.

Su producción está destinada al mercado local y otras provincias.

En su planta de barrio Los Boulevares se especializa en el triturado en pequeñas partículas, con medidas que van de 1 a 3 milímetros y de 3 a 5 milímetros.

La materia prima se separa en alambre, nylon y caucho, de donde se extrae el producto para pisos.

Federico Giacomelli, titular de la empresa, indica que reciben neumáticos de Villa Allende, Mendiolaza, Río Ceballos y Córdoba, entre otros municipios.

También trabajan con gomerías, empresas de servicios públicos como Tamse y Coniferal.

“Hago una evaluación positiva de esta medida del Ministerio de Ambiente y Economía Circular, que continúa lo hecho en el municipio de Córdoba, cuando Martín Llaryora era intendente. Ahora se pueden expandir estas acciones a escala de toda la provincia, lo que veo altamente beneficioso”, indica Giacomelli.

“Los neumáticos tardan unos 600 años en degradarse. Es muy bueno poder utilizar lo que para muchos parece un residuo o un desperdicio y generar otro producto”, agrega.

La pyme busca avanzar en el agregado de valor a la producción. El primer pasó fue la incorporación de color a la materia prima y más recientemente comenzó la fabricación de baldosas de caucho.

Ahora está investigando cómo optimizar la durabilidad de las baldosas, mientras explora la posibilidad de exportar a países vecinos, como Uruguay, Chile y Paraguay.

En este sentido, Giacomelli remarca que el agregado de valor es clave para que la economía circular sea un negocio redituable. Y añade que este enfoque permite que “lo que antes era basura, ahora crea trabajo y un producto ecoamigable. Además, se genera conciencia ambiental”.

Cubiertas que amplían su vida útil

Ubicada en la zona sur de la ciudad de Córdoba, Ruiz y Compañía es una empresa líder en la recuperación de neumáticos de tractores, cosechadoras, maquinaria vial y de la industria minera, entre otros rodados de gran porte.

Es la única planta en su tipo en el país que integra todo el proceso de recuperación de cubiertas de hasta cuatro metros de altura. Esto incluye recolección, producción de bandas de caucho y reconstrucción del neumático.

A 45 días de haberse sumado a la iniciativa provincial, la firma recuperó cerca de 1.000 neumáticos y derivó unas 20 toneladas para ser trituradas. Hugo Ruíz, titular de la empresa, apunta que las cubiertas reconstruidas tienen una duración que triplica a las originales, con un precio promedio 50% más económico.

La logística se implementa mediante una primera comunicación entre los municipios y el Ministerio de Ambiente, que luego envía fotos a la empresa para que determine si las carcasas se pueden reutilizar. En estos casos, la firma hace la recolección y el traslado a la planta.

El proceso de recuperación implica varias etapas, entre las que se cuentan pulido y ranurado de la carcasa usada, cementado, aplicación de una nueva banda de caucho, matrizado a alta temperatura y vulcanizado.

Este circuito permite un ahorro de hasta 70% de petróleo en comparación con el proceso de fabricación de nuevos neumáticos.
Ruiz celebra la puesta en marcha de una política pública para el sector.

“Esta sinergia entre el sector privado y el Estado con el fin de cuidar el medioambiente es fundamental. Creo que es de gran valor que la Provincia nos invite a hacer algo en común, porque así tiene más fuerza y alcance; me parece impresionante lo que logró el Ministerio de Ambiente juntándonos a todos”, afirma.