Viveros Forestales Provinciales

El Ministerio de Ambiente y Economía Circular cuenta con tres viveros de producción forestal equipados y funcionando. En la ciudad de Brinkmann, el “Vivero Forestal Dr. Eladio Negri”; en Santa Rosa de Calamuchita, el “Vivero Forestal Agr. José C. Castellano” y en Villa del Totoral, el “Vivero Forestal Pascual Terrenal”.

La producción de árboles obtenida tras el trabajo en sus instalaciones se dona en su totalidad, las especies son destinadas a la recuperación paisajística, enriquecimiento de bosque nativo, forestación compensatoria, plantaciones de rutas y caminos, y para incrementar el arbolado urbano en pueblos y ciudades. 

Muchos de estos árboles forman parte de planes de forestación para áreas verdes públicas de cascos urbanos como plazas, parques, bulevares, veredas, cortinas forestales y accesos a localidades.

El principal objetivo de nuestros viveros es la producción de plantas de uso forestal, el asesoramiento y asistencia a municipios y comunas. Los viveros acompañan en actividades como la elección de las especies factibles a ser implantadas según el lugar, monitoreo para su desarrollo, cursos de mantenimiento y cuidados del arbolado, además de articular trabajos conjuntos con establecimientos educativos entre otras instituciones y organizaciones no gubernamentales. 

Producción de árboles nativos

En estos espacios se produce ya sea en almácigos, en envases dentro de canchas de producción y también en chacras para aquellas especies aptas para la modalidad a raíz desnuda. Cabe destacar que, si bien se recrían especies exóticas o plantas ornamentales, es prioridad el desarrollo de especies nativas como algarrobo, mistol, caldén, lagaña de perro, cina cina, piquillín, espinillo, molle entre otras especies que forman parte de nuestra flora.  

El trabajo del personal a cargo de los viveros comienza con la recolección de semillas correctamente identificadas, que son procesadas, seleccionadas, conservadas (generalmente en frío) y escarificadas, dependiendo de la especie. 

Posteriormente, se efectúa el preparado del sustrato y la siembra directa en envases que se ubican en canchas con riego por aspersión. La siembra se hace en primavera y ocasionalmente en otoño, y todo el proceso lleva entre seis y siete meses. 

Esto posibilita producir plantas de buena calidad que luego serán destinadas a diferentes acciones de forestación en todo el territorio provincial. Cada uno de los viveros posee ejemplares que se encuentran en diferentes estadíos de desarrollo, distintas etapas que requieren de los cuidados necesarios para obtener un árbol logrado y listo para su plantación.

Las tareas que se llevan adelante en los viveros incluyen no solo la siembra, repique, trasplante y riego sino también el mantenimiento y desmalezado de los predios. Estos espacios son visitados por cientos de alumnos de escuelas primarias y secundarias que participan de capacitaciones para luego planificar e implementar diversos proyectos ambientales.

Consideramos que la forestación es parte de la agenda ambiental de la Provincia, es una política de Estado en nuestro territorio, por eso la tarea que realizan los viveros forestales es de suma importancia, contribuyendo a la recuperación de nuestros espacios urbanos, rurales y naturales, con la finalidad de mejorar las condiciones ambientales.

Caber destacar que los viveros del Ministerio de Ambiente y Economía Circular, forman parte de la Red de Viveros Agroforestales Provinciales que articula a más de 45 viveros de toda la provincia.

Servicio ambiental

La forestación mejora la calidad de vida de los ciudadanos optimizando los espacios que se habitan. Además, agregan valor estético y paisajístico a las zonas urbanas y rurales, lo que constituye al capital natural y cultural de la provincia.

Además, los árboles desempeñan funciones esenciales como la purificación del aire, amortiguan los ruidos del tránsito, atenúan la temperatura, disminuyen y filtran el viento, proveen de sombra, brindan refugio a las aves, regulan los excesos hídricos, y están íntimamente relacionadas con la mitigación de los efectos adversos del cambio climático.

Por otro lado, forestar permite la recuperación de los bosques nativos degradados por incendios, sobrepastoreo, desmonte y los suelos improductivos afectados por la erosión eólica.

La Agenda 2030 reconoce la sostenibilidad urbana como un elemento clave para lograr el desarrollo sostenible.

Manual «El arbolado en la construcción de pueblos y ciudades sostenibles.» El